La Libertad de Prensa: Pilar de la democracia y termómetro de su salud
Por: Gustavo Casasbuenas Vivas
La libertad de prensa es más que un derecho fundamental; es la piedra angular que sostiene la transparencia, la participación ciudadana y la responsabilidad gubernamental en cualquier democracia. Sin ella, la ciudadanía pierde una herramienta vital para conocer la verdad y tomar decisiones informadas. Cada vez que un medio de comunicación es silenciado, no solo se pierde una voz, sino que también se restringe el acceso del ciudadano a la verdad y a la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
En Colombia, este principio está consagrado en el artículo 20 de la Constitución Política, pero, a pesar de su reconocimiento legal, el ejercicio del periodismo enfrenta desafíos históricos y contemporáneos que ponen en jaque su función esencial. Según Reporteros Sin Fronteras, el país ocupa el lugar 130 entre 180 naciones en el índice global de libertad de prensa, catalogándose como una "situación difícil". Este indicador evidencia que, aunque se han superado obstáculos del pasado, aún persisten barreras significativas para un ejercicio pleno del periodismo.
Un recorrido por las heridas de la libertad de prensa
La historia colombiana muestra cómo, en distintas épocas, los periodistas y los medios han sido víctimas de presiones, amenazas y agresiones. Desde los años 50, con el cierre de medios durante el mandato del general Gustavo Rojas Pinilla, hasta las décadas de los 80 y 90, marcadas por la violencia del narcotráfico y los ataques a la prensa, las barreras han sido tanto físicas como estructurales. En el nuevo milenio, las amenazas evolucionaron hacia métodos más sofisticados como el espionaje ilegal, la judicialización selectiva y la autocensura impulsada por intereses financieros.
En las regiones rurales del país, el panorama es aún más alarmante. Las bandas armadas ilegales, guerrillas y paramilitares históricamente han coartado la labor periodística mediante intimidaciones y secuestros. Estas dinámicas no solo limitan la denuncia de irregularidades locales, sino que también perpetúan la invisibilidad de problemas que afectan a las comunidades más vulnerables.
El auge del periodismo independiente
Ante este contexto adverso, el surgimiento de portales independientes se ha convertido en un faro de esperanza. Estas plataformas digitales, libres de las ataduras tradicionales, ofrecen un espacio para que los periodistas ejerzan su labor sin presiones corporativas o gubernamentales directas. Aunque el camino es desafiante, también representa una oportunidad para redefinir el periodismo y conectar con audiencias más amplias.
La prensa como vigilante de la democracia
El periodismo es, indiscutiblemente, el cuarto poder de cualquier Estado democrático. Su rol no solo es informar, sino también vigilar y cuestionar las acciones de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Sin una prensa libre y robusta, los sistemas democráticos corren el riesgo de desmoronarse en autoritarismos disfrazados de gobernabilidad.
En palabras de expertos, garantizar el ejercicio libre del periodismo es esencial para la preservación de los derechos ciudadanos. Silenciar a un medio de comunicación es, en esencia, negarles a los ciudadanos la posibilidad de entender la realidad y participar activamente en la toma de decisiones que afectan sus vidas.
Un llamado a la protección de la libertad de prensa
Proteger la libertad de prensa no es solo un deber del Estado, sino una responsabilidad colectiva. Los ciudadanos, las instituciones y la comunidad internacional deben trabajar de la mano para garantizar que los periodistas puedan ejercer su labor sin temor a represalias.
En Colombia, donde la historia del periodismo ha estado marcada por la valentía frente a la adversidad, se requiere un compromiso renovado para transformar este derecho fundamental en una realidad tangible para todos. La libertad de prensa es el reflejo de una democracia en funcionamiento; cuidarla es cuidar nuestra libertad.
Gustavo Casasbuenas Vivas
Comunicador Social, periodista,
especialista en Gerencia Pública,
especialista en Derechos Humanos,
Magíster en educación superior,
Doctor en Teología.
Presidente ejecutivo de la Sociedad
Colombiana de Prensa y Medios
de Comunicación.

